Sión es el monte de Dios, lugar del Trono en la Jesusalén celestial y lugar del Trono en la futura tierra renovada. Pero, aparte de su significado estricto conforme a la revelación de Dios, significa aquello que la civilización humana adora y ubica, en blasfema sustitución del verdadero Dios, en un trono mundano. Puede ser el Dios Mamón del espíritu mercantil y destructor del alma humana ( al cual se refería Henry Ford en El judío internacional ), o el Mesias terrenal, o Gobernante del Mundo. Tanto uno como otro actúan como falsos guías en el devenir de esta tierra, y se fundamentan en la negación de Cristo como único salvador verdadero, y en la confianza en que el progreso humano puede llevarnos a un paraíso terrenal liderado por un líder humano. Eso es sionismo, en síntesis: el hombre puede salvarse a sí mismo.
Aplicado a la escena y los acontecimientos internacionales, hay un sionismo puramente religioso que está por encima del sionismo de los mercaderes de la tierra ( muchos de los cuales pueden ser ateos ). Es el sionismo de esa Serpiente omniabarcadora que amenaza con engañar al mundo entero ofreciendo un Dios guía y protector al que adorar, conforme a la tradición y a la sed y necesidad de justicia de la humanidad. Hay, por tanto, dos serpientes enfrentadas, pero son una sola. Se necesita la Espada del Espíritu para vencerla, y que el mundo claudique en sus propias batallas.