Si demonio te acecha en tus paseos,
susurrando al oído
imágenes o pensamientos
que tu orgullo inflaman,
no temas ni cedas ante él,
sino encomienda tu alma
al Gobierno de Miguel,
monarca de quienes lo aman
Si demonio gobierna a tu prójimo,
quitándole la paz
y el buen sentido,
ora por su alma y por la tuya,
amando así a tu enemigo,
así diablo no os destruya,
sabiendo que tú vives en pecado,
y que tal reconocimiento
te hace santo
y miembro del ejército de Miguel,
ante cuya espada huyen
todos los demonios de la tierra.