Es un tema inmemorial, de raíz mística, y ha adoptado muchas formas e imágenes: el oro de los dioses, la piedra filosofal, el maná, el Grial, Beatriz o Laura. Es el arquetipo de la "Maga" que de repente aparece en tu vida y, humillado en gracia y verdad, rompe todos tus esquemas mentales. Respirar con ella es otra forma de ver el mundo. Durante la edad media el amor a la divinidad (el Espíritu que en verdad transforma la mente y el carácter) transmutó en amor carnal, y así a menudo nos topamos con "Ella" en los diversos registros de la cultura popular. Y el trovador moderno, aunque desconozca el verdadero origen y significado de ese poder que todo lo transforma, sigue, tal vez sin saberlo, evocando a la Dama, la shekiná, o mujer vestida de sol y la luna bajo sus pies ( Apocalipsis 12:1). Es iglesia, y es tierra, libertad y fidelidad.
..."y yo, que jamás recé ni a Dios ni a hombre
ahora he doblado la rodilla
y sentado en la iglesia rezo
por lo único que me salva:
poder respirar a su lado"
En otras voces el amor mundano es denunciado de forma explícita, como en el caso del Jackson enmascarado, conocedor del poder de las hechicerías de babilonia, la Ramera. La chica es una alegoría de un poder espiritual de carácter maléfico. En aquel álbum del año 1991 hizo una denuncia más o menos encriptada de cómo funciona el mundo de las discográficas, y a partir de entonces empezó la campaña para destruir su imagen pública
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