miércoles, 21 de diciembre de 2016

El triunfo de la Voluntad de Dios








"Y, de repente, en todo hay Luz...
    y seremos Dioses..."



A raíz de este interesante post: Cosmovisión de Conan el Barbaro

Fijamos nuestra atención en la simetría existente entre el pensamiento de Nietzsche y las virtudes del Espíritu de Dios. Con ello obtenemos un bosquejo del "programa Maranatha":

- "Acabar con los falsos Dioses sin erigirse en uno de ellos", significa  derribar el pensamiento humano fundamentado en el egoísmo y la autosuficiencia y dejar que la Voluntad de Dios inunde nuestro mundo.

- "La carne es más fuerte que el acero". El acero es el poder obtenido mediante el control "tecnológico" de la materia. La "carne" es la fuerza de la voluntad o el control de la voluntad propia o ajena. Las ideas y los imaginarios predominantes son los que mueven y dirigen el mundo. La voluntad de Dios es la voluntad del hombre que siente el llamado para ser de la familia de Dios, es decir, ser un Dios en cierto modo.

- El "secuestro de la princesa- mundo- diosa- la dama- la iglesia". Se refiere a cómo Satanás, a lo largo de la historia, ha intentado destruir, "secuestrar" o "contaminar" a los grupos humanos que más cerca han estado del verdadero Espíritu de Dios. Liberar a la princesa ( a la Iglesia ) supone un nuevo amanecer para el mundo.

- El "superhombre" según Nietzsche, es la contraimagen anticristiana del hombre convertido en hijo de Dios; aquel que vence a todos los falsos dioses que pueblan el mundo doblando la rodilla ante la Voluntad del Creador y ante la "dama"- iglesia.  Al igual que Conan, el hijo de Dios estará muy solo cuando alcance ese objetivo.


- "El poder reside en nuestro interior". En nuestro cuerpo, templo del Espíritu de Dios.


- "Aquello que no nos mata, nos hace más fuertes". El poder de la Voluntad de Dios se perfecciona en el crisol de la adversidad: sacrificio, persecución, abnegación, soledad. O sea, "Porque cuando soy débil, entonces soy fuerte". Pero el mundo confunde al verdadero poder de la Voluntad del Padre con la debilidad. "Dios ha muerto", dijo el filósofo anticristiano, pero su entendimiento del Dios cristiano estaba sesgado por la contaminación gnóstica basada en el dualismo maniqueo ( el Espíritu viene de Dios, la materia es obra del diablo), reivindicó el vigor, la fuerza y el placer de los sentidos en rebelión contra un Dios gnóstico, pero la verdad es que el Dios de la biblia, a la luz de los escritos de Ellen G. White y de la reforma prosalud, revindica ahora la experiencia sensual dentro de los márgenes de su Ley, reivindica la fortaleza del cuerpo y de la mente como expresión de su santo Espíritu, reivindica la guerra santa contra todo pecado interno o externo. A medio camino entre la suavidad y la pureza de Parsifal y la fuerza de la voluntad, cuyo músculo es el de un Heracles, los hijos de Dios son, efectivamente, el tercer Elías: sobrevive fuerte y valeroso en las montañas o desiertos para escapar de la locura de los hombres, y escucha la voz del Padre cuando es requerido en sociedad para enfrentarse a toda autoridad humana y para destruir a todo ídolo. Y hablamos de un Elías mucho más poderoso que el primero, puesto que el Elías del fin del Tiempo cuenta con la gracia y el poder del Salvador que ministra en su santo templo y derrama su Espíritu Santo de forma desconocida hasta nuestros días.


La serpiente ya ha sido derrotada. Ahora es creer la Verdad y no la mentira.




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